Pintura 30x40cm

La artista nos ofrece una mirada cómplice, pero a la vez crítica, de la sociedad contemporánea como la condición femenina y el silencio en torno a ella, este último íntimamente ligado a la presencia del cuerpo. A veces, surge un plan final intencionalmente desordenado, en un juego de seducción con el azar donde hay cierto desconcierto aparente al renunciar a lo instituido y, al mismo tiempo, una esperanza en el encuentro con cada lector. Hay, por un lado, una crítica social, una verdad que se combate, una preocupación por los hechos que se disuelven en gestos que a veces sirven de contrapunto a las palabras, a veces perdidas, otras veces, encontradas en la alegría de vivir u “otras cosas". ”, un dejarse bendecir por la vida.