Fundada en 1824, la Fábrica de Porcelana de Vista Alegre fue la primera unidad industrial dedicada a la producción de la porcelana en Portugal. Para la fundación y éxito de este arriesgado emprendimiento industrial fue determinante el espíritu de persistencia de su fundador, José Ferreira Pinto Basto. Figura destacada en la sociedad portuguesa del siglo XIX, propietario agrícola, comerciante audaz, incorporó sabiamente el ideal liberal del siglo, habiéndose convertido “en el primer ejemplo de libre iniciativa” en Portugal.
A lo largo de su recorrido, la marca Vista Alegre, que siempre estuvo íntimamente asociada a la Historia y a la vida cultural portuguesa, adquirió una notoriedad singular y de enorme proyección. El reconocimiento público inmediato, la calidad percibida y el valor de inversión en innovación y diseño convierten a Vista Alegre en una de las pocas insignias portuguesas de lujo a nivel mundial. Asumiendo como valores esenciales el rigor, la sofisticación y la versatilidad, aliando armoniosamente la tradición y la modernidad, Vista Alegre ha sabido evolucionar en sintonía con la cultura de su tiempo, proyectándola universalmente a través de productos que traducen las más recientes tendencias del diseño, fabricados de acuerdo con los más elevados padrones de calidad y funcionalidad.